Conde de los Andes Capítulo I Malvasía
Capítulo I Malvasía
Capítulo I Malvasía

Conde de los Andes Capítulo I Malvasía

Tipo de uva

100% Malvasía
Las cepas se plantaron en 1975

Viñedo

Riarán

Vendimia

Cosecha manual, realizada a principios de octubre

Fermentación

Tras un ligero prensado, pasa tres meses sobre lías en barricas nuevas de roble francés de grano fino

Rutinas

Desfangado por gravedad y removido semanal de las lías para obtener un proceso de fermentación óptimo

Crianza

Madura 6 meses en las mismas barricas y reposa en botella un año antes de su comercialización.

  • Conde de los Andes Capítulo I Malvasía

Nota de cata

Color:
Oro joven, brillante y atractivo.

Nariz:
Intensa y equilibrada, con un marcado perfil floral y sutiles notas ahumadas. Delicada y sugerente.

Boca:
Muy fresca, con delicados recuerdos a fruta blanca y matices propios de una fina crianza en roble. Muestra un gran potencial de maduración. Final suave, persistente y muy placentero.

Alcohol: 14,5% vol.

Maridaje

Ensaladas con fruta y aliños con un toque exótico.

Cremas frías de hortalizas, frutas y frutos secos.

Marisco cocido y a la plancha.

Arroces de pescado y marisco.

Pescados blancos al horno.

Carpaccio de pescado azul.

Foie.

Quesos cremosos; quesos tiernos y semicurados.

Servir a 9 - 10º C

Conde de los Andes cuenta también con otra línea más rompedora, Capítulos. Una familia de vinos en los que se experimentan vinificaciones y que pueden cambiar dependiendo de la cosecha.

Esta colección de ediciones limitadas, que exploran aspectos concretos de las viñas adscritas a Conde de los Andes, se ha estrenado con el Capítulo I: una Malvasía 2016 con buen recorrido e interesante acidez cítrica de la que se han hecho 1.938 botellas.

El Capítulo II es una Garnacha 2016 de vibrante acidez y bien delineada en boca, que se ha elaborado a partir de parcelas plantadas en 1910 y 1940. De esta se han hecho 1.162 botellas.

En una impresionante trama de calados con nombres como ‘los Candiles’, los ‘Gallegos’ o de ‘la Flor’, bajo 40 metros de profundidad, reposan vinos de añadas que van desde 1892 hasta 2019.

Este kilómetro que guarda historias de bodegas centenarias, es fruto de nuestro compromiso de renovación de los calados, mantenimiento de las cosechas históricas y elaboración de vino en la propia bodega.

Se custodian más de 450.000 botellas de las cuales 40.000 son anteriores a la década de los setenta.

En la colección destaca una cantidad notable de medias botellas y de vinos blancos.