Conde de los Andes Capítulo II Garnacha
Capítulo II Garnacha
Capítulo II Garnacha

Conde de los Andes Capítulo II Garnacha

Tipo de uva

100% Garnacha
Las parcelas se plantaron en 1910 y en 1940 respectivamente

Viñedo

Pequeñas parcelas de viñedo viejo situadas en la zona de “Viñas de Briñas"

Vendimia

Cosecha manual y en cajas, realizada en la primera quincena de octubre

Fermentación

Maceración en frío y fermentación durante 20 días con levaduras autóctonas. Pasa a barricas de roble francés, donde realiza la fermentación maloláctica

Rutinas

Tan solo un periódico ‘batonnage’ durante los primeros meses

Crianza

16 meses en las mismas barricas y un año en botella antes de su comercialización

  • Conde de los Andes Capítulo II Garnacha

Nota de cata

Color:
Rojo picota, profundo y vivo, con reflejos violáceos.

Nariz:
Intensamente floral, con recuerdos a violetas y lilas. Aromas de frutas rojas, matorral de sotobosque y notas balsámicas. Equilibrada, con sutiles notas ahumadas. Delicada y sugerente.

Boca:
Fresca y placentera, fina y equilibrada en su potencia. Con un final goloso, delicado y largo.

Alcohol: 14,5% vol.

Maridaje

Carnes a la parrilla: chuletón de vacuno, solomillo de cerdo, etc.

Pimientos rojos rellenos de carne.

Guisos: ternera estofada, callos, manitas de cordero...

Quesos de sabor profundo (curados, de cabra, etc.)
 

Servir a 16-18º C

Conde de los Andes cuenta también con otra línea más rompedora, Capítulos. Una familia de vinos en los que se experimentan vinificaciones y que pueden cambiar dependiendo de la cosecha.

Esta colección de ediciones limitadas, que exploran aspectos concretos de las viñas adscritas a Conde de los Andes, se ha estrenado con el Capítulo I: una Malvasía 2016 con buen recorrido e interesante acidez cítrica de la que se han hecho 1.938 botellas.

El Capítulo II es una Garnacha 2016 de vibrante acidez y bien delineada en boca, que se ha elaborado a partir de parcelas plantadas en 1910 y 1940. De esta se han hecho 1.162 botellas.

En una impresionante trama de calados con nombres como ‘los Candiles’, los ‘Gallegos’ o de ‘la Flor’, bajo 40 metros de profundidad, reposan vinos de añadas que van desde 1892 hasta 2019.

Este kilómetro que guarda historias de bodegas centenarias, es fruto de nuestro compromiso de renovación de los calados, mantenimiento de las cosechas históricas y elaboración de vino en la propia bodega.

Se custodian más de 450.000 botellas de las cuales 40.000 son anteriores a la década de los setenta.

En la colección destaca una cantidad notable de medias botellas y de vinos blancos.